¿Es posible un cambio de vida?
Yo digo que sí, con total convicción.
¿Existe el famoso click?
Yo lo tuve a mis 33, cuando empecé a aprender a comunicarme con los caballos.
Cuando mi vida se mezcló con la de las manadas, todo cambió. Por cada día que pasaba en el campo con ellos, costaba un poco más, volver a la rutina, al trabajo de oficina y la locura de los shoppings.
Trabajé muchos años en el ambiente de las ventas, hoy mi ambiente es el aire, la tierra, el agua, el viento y porque no las redes sociales.
Hace 11 años entré al mundo de los caballos y el estudio de la naturaleza, seguiré aprendiendo de ambos cada día, porque es mi propósito.
He pasado recorriendo estos senderos día y noche, los conozco a fondo, esa búsqueda de conocer y aprender de todo lo nuevo que me rodeaba sirvió para conocerme y jugarme a crear Experiencias Villa Serrana y para mí, el fin es compartirlo con otros.
Me proyecté de la misma forma que lo hacía cada vez que me tocaba inaugurar un local de indumentaria, quería tenerlo todo organizado y bajo control y a golpes aprendí que con los animales no existe eso. La experiencia que tenía en lo organizacional me ayudó muchísimo para emprender en un nuevo rubro y aunque los primeros años fueron difíciles, – tenía una palabra grabada, desde mis primeras clases de equitación-, con Valeria Ariza: “perseverancia”, es el canal para alcanzar cualquier objetivo.
Aprendí tanto en esas clases, fueron la base de todo y a los pocos años se sumaron los conocimientos de etología equina, con otro de mis guías, Patricio Muñoz.
Soñaba vivir con los caballos, tomé mis tiempos de aprender, hice cursos, talleres y muchas cabalgatas, con obviamente algunas caídas.
Enseguida me di cuenta del tipo de vida que quería darle a mis caballos y cuál no, algunos venían de trabajos donde no los cuidaban y la prioridad fue brindarles una vida lo más libre posible. Respetando los ciclos de la manada.
Me hice conocer en la localidad por el impecable estado de mi manada y por la pasión que le ponía para enseñar y facilitar una experiencia agradable para jinetes y caballos.
Y la manada se fue agradando, con compañeros, vecinos y muchos que impulsaron lo que hoy es Experiencias Villa Serrana.